PARTO VAGINAL DESPUÉS DE INNECESARIA FRANCESCA – OBSTETRA NORBERTO ODETTO

Compartimos el relato del nacimiento de Francesca, con el permiso de su mamá Lola Mora

Les cuento, fui mamá por segunda vez el 26 de Septiembre de 2013, y por desinformación me volví a atender con Norberto Odetto del Hospital Italiano Garibaldi de Rosario.
El 1 de Septiembre de 2011 tuve por cesárea como les conté a Gino mi primer hijo. Como todas sabemos una experiencia tremendamente dolorosa y que a muchas nos ha costado superar.
No habíamos decido aun buscar otro bebé pero tampoco estábamos ajenos a la idea, y así fue como llegó Francesca a nuestras vidas.
Yo desde el primer día que quedé embarazada no concebí otra manera de parirla que no fuera por parto vaginal.
Había llegado el momento de elegir obstetra. Ante la duda de si podría o no parirla vaginalmente, me incliné por volver a visitar al médico que me había atendido en el primer parto. Tras algunas consultas y más adentrada en el embarazo, consideré que era el momento de plantearle como quería parir y así fue. Le dije mi marido y yo estamos convencidos de que vamos a intentar un parto vaginal y se lo queremos decir para que lo sepa y para saber cual es su opinión.
En ese momento no nos dijo mucho pero la verdad es que nos afirmó que estaba dispuesto a acompañarnos pero que teníamos que esperar a ver las circunstancias concretas del parto. Nosotros le creímos porque pensábamos que si no hubiese estado de acuerdo nos lo hubiese planteado en ese momento, y además si tuviese que ir a otra cesárea me daba seguridad que me operara él. Y como se mostró favorable a lo que le pedíamos seguimos yendo. Aunque había en el fondo algo que nos decía que no era real lo que habíamos escuchado ese día.
Mientras tanto íbamos informándonos, leyendo sobre el tema, ingresé a los grupos, conocí a Sandra de Doulas que me ayudó muchísimo, y todo eso nos ayudaba a confiar cada vez más en que era el camino correcto el que transitábamos.
Después de aquella primera charla que habíamos tenido, no se volvió a hablar más del tema. Así llegamos a la semana 38 de embarazo, y un día vamos a la consulta y ya más cerca de la fecha y más ansiosa comencé a preguntarle cosas sobre el parto y volví a repetirle mi deseo de tener un parto vaginal, en esta segunda oportunidad nos dijo de muy mala manera y sin ningún tipo de miramiento que no podía parir vaginalmente porque era muy riesgoso y nos podíamos morir la nena y yo en la sala de parto, porque se me iba a romper el útero y no nos iba a poder salvar.
A partir de ahí empezó una larga lucha, contra él, contra mis miedos, contra el sistema, contra el tiempo, contra los familiares y contra la gente que pensaba que yo estaba loca por querer parir como la naturaleza manda.
Arrancamos de interconsulta en interconsulta para ver cuanto de lo que el nos decía era verdad y cuanto era querer meternos miedo para no tener que acompañarnos en un parto vaginal.
Yo tenía fecha probable para el 26 de Septiembre. Cuando vamos a la consulta del Lunes 9 de Septiembre nos informa que la idea era que me interne el 16 para la cesárea ya que ahí se cumplían los 9 meses, le dijimos que no, obviamente, que queríamos esperar como ya se lo habíamos aclarado semanas antes, y nos volvió a meter un montón de angustias y miedos en relación, no cuento los detalles sobre los dichos porque seria bastante largo, pero tenia que ver con el tamaño de la bebe, con la posición que tenía en la panza la cual supuestamente complicaba todo porque impedía un parto rápido, con que no estaba encajada, con que el útero se iba a romper, que estaba móvil y que se podía
cruzar el cordón, que la pelvis mía era chica (Les juro que soy enorme, jajajja!!!) etc, etc (Las excusas de siempre)...Obviamente no me interné porque teníamos muy en claro lo que queríamos para nuestra hija, y él no se para que, porque tenía en la cabeza la cesárea nos dijo que esperaba hasta el 30 de Septiembre para ver si se desencadenaba el parto solo, pero evidentemente nos dijo si como a los locos!!!
Esa semana fuimos con el Dr. Lardizabal, que nos apoyó en la decisión, que estaba dispuesto a acompañarnos pero que finalmente no nos atendía por la obra social que teníamos. Pero lo genial de esta consulta fue la posibilidad de sacarnos un montón de dudas sobre todas las excusas que nos había dado nuestro obstetra para no intentar el parto vaginal. Nos explicó cosas muy copadas como por ejemplo el tema de la dilatación y la bajada del bebé, que si hay dilatación es porque la cabeza del bebé no está móvil, que cuando un parto arranca en algún momento se encaja y que esto puede ocurrir recién en el momento del parto, más en mamás que no son primigestas. También nos dijo que habiendo hecho un trabajo del parto en el primer embarazo era muy probable que lo lográramos porque el cuerpo tiene registro, que la posición de nuestro bebé no era impedimento porque los bebés rotaban al salir y que no era peligrosa pese a no ser la más recomendable. Bueno en fin todo lo que necesitábamos saber para fortalecernos.
El Martes 24 de Septiembre vamos a otra interconsulta con el Dr. Iglesias del Español. Se mostró favorable a nuestro pedido, nos dijo que era posible. Ese mismo día le pregunté si había alguna forma de saber si el bebé estaba alto o no estaba encajado, y me dijo que sí, que si estaba dispuesta podría hacerme un tacto, a lo que asentí porque quería saber si eso que me decía mi médico de que estaba móvil, etc, etc, era verdad. Después de hacerme el tacto, el Dr. Me dice: “Mirá hay dinámica ya, todavía tenés el tapón mucoso, pero en
esta semana podés tener novedades porque el cuello está bastante blando, esto está arrancando. Eso sí, si querés que te acompañe me tenés que confirma antes así me organizo”.
Al día siguiente estuve haciendo cosas y esperaba que llegue la noche para poder charlar con mi compañero más tranquilos y decidir si nos cambiábamos de médico.
Me baño, baño a mi cachorro, y estábamos en la cama jugando y me empecé a sentir rara, como una sensación de que me iba a venir la menstruación. Eran las 22.30hs, lo llamo a mi compañero y le digo, mmmh me parece que Franchu quiere salir, dale de comer al gordito y yo me voy a quedar acá en la cama para hablarle y tomar el tiempo a ver si son contracciones rítmicas, y sí lo eran, había empezado con trabajo de parto. Me quedé en casa hasta las 4.30 de la mañana del 26, las contracciones no eran tan dolorosas pero se empezaban a sentir. En realidad fui a ver en que condiciones estaba mi bebé y me quería volver a mi casa, pero cuando llegué tenía casi 5 cm de dilatación y 70% del cuello borrado, la chica de la guardia me dice: "Lo llamo a tu médico porque ya estás en trabajo de parto", en ese momento frente a la incertidumbre y el temor por la cesárea previa, le dije a mi marido que nos quedemos. Cuando lo llaman le dice a la médica de guardia: "Llamá al anestesista, prepárenme el quirófano que en veinte minutos estoy ahí y hacemos la cesárea"...queeeeee??? dije yo....y a partir de ahí comenzó una lucha incesante entre contracción y contracción. No me dejé hacer nada de nada, vino el anestesista a ponerme el cateter por las dudas (bajo la excusa de que se pone por protocolo cuando tenés cesárea previa), vinieron unas enfermeras con un suero que supuestamente era porque estaba sin comer y porque iba a necesitar estar hidratada, vino otra médica que me quería hacer tacto porque como yo no le creía a mi médico me mandaba gente a demostrarme
como era la cosa, vino la enfermera a rasurarme, la habitación era un desfile de gente tratándome de convencer que me operara, saqué a todos cagando!!! A todo esto cuando llega me dice: no tenés dilatación, la nena está altísima, que queréssss que se me muera en la sala de partos???!!! En ese momento creí que lo mataba, pegué un salto y le dije sos un mentiroso de mierda!! La médica de guardia me dijo que tengo 5 cm de dilatación y sigo con contracciones lo que quiere decir que estoy dilantado, además le dice mi marido si hay dilatación es porque la bebé no está móvil está apoyada sobre el cuello del útero, cuando le dijo eso puso una cara como si hubiese visto a Satanás, se le iban cayendo todas las excusas que nos había dicho sobre todo la de que el bebé estaba alto como nos hizo en la primer cesárea.
Cuestioné cada una de las medidas que no me parecían bien, pero al precio de una angustia terrible en el momento más importante de mi vida...me metí todos los miedos en el orto porque no los iba a necesitar en ese momento y así fue que seguí adelante, el trabajo de parto seguía prosperando y era tal la adrenalina de pelear que no tuve dolores, pero estaba tan cansada que como no estaba el anestesista en el Hospital tenía miedo que de un momento para otro me doliera mucho y no poder seguir peleando para que no me lleven al quirófano, así que lo hice llamar como a las 6 de la mañana y me hice poner la peridural en baja cantidad para seguir sintiendo a mi bebé y para poder descansar y reponerme porque estaba muy estresada solamente quería dormir un rato...pasaron mil cosas que no voy a relatar porque es laaaarguísimoooo!!! Cuando de repente y sin darme cuenta empiezo a sentir una sensación rarísima algo que se movía, no se como describirlo bien, no me di ni cuenta que era mi bebé naciendo, se escurrió, casi no llego a la sala de partos. Esperó que los médicos se fueran a tomar un café y se dijo: "Esta es la mía, preparate mamá que voy a salir y
salió nomás", un parto soñado, sin un mínimo de dolor, nada de nada, yo no se si era por la cantidad de adrenalina que tenía dando vueltas o porque el efecto de la peridural duró muchas horas, pero la verdad es que no sentí dolor, sólo ganas de empujar cuando me venían las contracciones. El expulsivo fue a las 11 de la mañana y tardó diez minutos o menos, con decirles que el papá casi casi no llega a cambiarse para verla salir...tuve un desgarro que supuestamente fue bastante importante según este médico mentiroso, así que no se si creerlo o no. Lo que si se quedó con el bisturí y las ganas de hacerme la episiotomía porque justo cuando la iba a hacer pujé y salió la cabeza. No contento con todo lo que había ya hecho mientras atendía mi alumbramiento y me cocía seguía diciendo una sarta de barbaridades que no les puedo explicar, pero yo estaba extasiada, ya lo había logrado, todo fue una maravilla, excepto el médico que realmente me arruinó un gran momento!!! No fue un parto respetado pero fue la forma de parir que había elegido! Pero bueno se ve que tenía que ser de esa manera, algo deberíamos aprender todos de esta situación...